Sestrales y cañón de Añisclo

Exigente y espectacular ruta que asciende desde la ermita de San Urbez a los Sestrales y posteriormente próxima a los cantiles este del Cañón recorre las zonas de pastos de Plana Canal y San Vicenda para retornar por el fondo del Valle de Añisclo.

Información general

MIDE

Información cartográfica y descargas

Detalle del recorrido

Descripción del itinerario
Se inicia la ruta desde el aparcamiento de Añisclo desde donde descenderemos por la carretera a coger el camino hacia el Cañón. Tras cruzar el río Bellos se coge un camino, señalizado como GR 15, que asciende con pendiente, a tramos fuerte, por las laderas situadas al sur de Sestrales. Tras ganar altura la existencia de un escarpado estrato rocoso obliga al camino a avanzar por debajo de una línea continua de cantiles. Hasta que se alcanza una ladera oeste cubierta de arbolado por donde se puede superar este estrato y se asciende en zigzag por la misma, dejando de seguir las marcas rojas y blancas. La existencia de un nuevo estrato rocoso vertical tras un tramo de cresta nos obliga de nuevo a avanzar ahora hacia el oeste. Finalmente se gana altura y se acaba ascendiendo por un empinado canchal hacia el este. Se pasa en la cabecera del canchal por un collado, que deja al sur un montículo rocoso de grandes dimensiones, y se asciende por la base del estrato rocoso que encontramos al norte a coger una chimenea natural por la que se asciende a ganar la superficie de pastos, de relativa moderada pendiente, que coronan los cantiles de Sestrales. El avance se torna ahora sencillo por unas superficies de pastizal abiertas sin una senda marcada que nos permite aproximarnos a los cantiles situados hacia el Cañón de Añisclo. Finalmente se desciende desde los Sestrales por un empinado pastizal en la proximidad de los cantiles en buena parte del recorrido hasta alcanzar el barranco del Mallo Sasé en el entorno de Plana Canal. En el último tramo la ruta sigue una senda marcada en el pastizal que avanza próxima a los cantiles. En el siguiente tramo entre Plana Canal y el descenso al fondo del valle de Añisclo se puede optar entre seguir la pista existente o aproximarnos por sendas al límite de los cantiles y avanzar por ese extremo. Finalmente se desciende por un camino algo expuesto hasta el fondo del Valle de Añisclo. Allí cruzaremos el curso del río Bellos en una pasarela y podremos descender por el fondo del Valle por un camino muy marcado por la margen derecha del río Bellos. Cerca de la entrada al Cañón se vuelve a cruzar el río Bellos gracias a un puente y se pasa a avanzar por un tramo de pista por la orilla izquierda del río Bellos hasta llegar de nuevo al punto de inicio.

Interés de la ruta
Se trata de una ruta que al ganar altura permite tener unas impresionantes vistas sobre el Desfiladero de las Cambras si la densa cobertura arbórea nos lo permite. En su inicio por las laderas más solaneras se atraviesan interesantes manchas de robledal marcescente y encinar, que cubre las laderas más empinadas y rocosas. Al ganar altura encontramos también masas de pino silvestre. El ascenso a la zona de Sestrales es de gran espectacularidad por la proximidad que se tiene a los escarpes verticales que caracterizan esta zona. Desde allí y en todo el recorrido superior de la ruta se tienen muy buenas vistas de las montañas situadas en la mitad sur de la Comarca y de muchas otras Sierras situadas al norte de la Comarca y las más importantes del Pirineo Central. Al asomarnos hacia Añisclo se pueden contemplar la alternancia por pendiente y orientación de las distintas formaciones arbóreas que pueblan estas laderas. Tras descender al valle nos sumergimos en la frondosidad de los bosques que pueblan el Cañón en cuyo extremo superior dominan los densos hayedos con presencia de otras especies. La espesura del bosque limita mucho la visión de la espectacularidad del descenso rápido de las aguas del río Bellos pero no impide percibir el sonido de su discurrir. En el tramo inferior del fondo del valle se produce el frecuentemente referido fenómeno de la inversión térmica que hace refugiarse al hayedo y al abeto en el fondo del valle y permite encontrar a mayor altitud masas de encinar en las exposiciones de solana. En este último tramo también hay que destacar que la mayor altitud y escabrosidad de los cantiles que cierran el valle entorno al pico de Mondoto y de los Sestrales confieren al paisaje una componente geológica de primera entidad.

Galería fotográfica