La Estiva y cañón de Añisclo

Muy exigente ruta que nos aproxima desde Nerín y Sercué a la parte superior de los acantilados que limitan al oeste el Cañón de Añisclo para posteriormente retornar por el fondo del mismo.

Mapa

Información general

  • Término municipal: Fanlo
  • Población de referencia: Nerín
  • Punto de inicio: Centro del núcleo de Nerín
  • Punto de inicio (UTM): X: 747.609 Y: 4.717.910 Datum ETRS89 / Huso 30
  • Itinerario: Nerín - Refugio de Cuello Arenas - Nerín
  • Puntos de interés: Vistas cañón de Añisclo; río Bellós

MIDE

Horario 9 h 40 min
Desnivel de subida 1.050 m
Desnivel de bajada 1.050 m
Distancia horizontal 29,74 km
Tipo de recorrido circular
Condiciones de verano, tiempos estimados según criterio MIDE, sin paradas.

4 Severidad del medio
Hay bastantes factores de riesgo
3 Orientación en el itinerario
Exige la identificación precisa de accidentes geográficos y de puntos cardinales
4 Dificutad en el desplazamiento
Es preciso el uso de las manos para mantener el equilibrio
4 Cantidad de esfuerzo
De 6 a 10 horas de marcha efectiva

Información cartográfica y descargas

Perfil
  • Mapa
  • Rutómetro
  • GPX

Detalle del recorrido

Descripción del itinerario
Desde Nerín se asciende por la pista hacia el puerto hasta la ermita de Santa María, próxima a la barrera. Desde allí se deja la pista para coger un camino muy trazado en el terreno que asciende hacia el nordeste hacia el collado sito entre los picos de la Estiva y Mondoto. Desde este collado se puede plantear el ascenso a pico de Mondoto. En el entorno del collado desaparece todo trazo de camino y se avanza campo a través. Nos aproximamos, por el fondo de una pequeña depresión, a la parte superior de los cantiles que limitan el Cañón de Añisclo por el oeste. Avanzaremos próximos a esta línea de cantiles hacia el norte, buscando los pasos más cómodos entre los sucesivos cantiles, hasta llegar al entorno del encañonado barranco de la Pardina. Desde aquí se vira el avance hacia el oeste para seguir la parte superior de los cantiles que limitan por el sur este barranco. Tras llegar al refugio de Cuello Arenas viraremos al norte al inicio por una senda y luego por un camino que con dirección norte bordea el límite oeste del encañonado tramo inferior del barranco de la Pardina. Tras cruzar el barranco se propone ascender hacia el este a ganar una meseta de pastizal por la que seguiremos por sendas de ganado o campo a través por un espacio abierto de pastizal. Se llega al entorno del Cañón donde se vira hacia el norte por el altiplano de pastizal hasta llegar al refugio de Caprariza. Posteriormente y tras cruzar el barranco homónimo se desciende por un camino, a tramos estrecho y algo expuesto, hasta el fondo del Cañón de Añisclo. Finalmente se desciende por un camino algo expuesto hasta el fondo del Valle de Añisclo. Desde allí se desciende por un camino muy marcado por la margen derecha del río Bellos. Cerca de la entrada al Cañón se vuelve a cruzar el río Bellos gracias a un puente y se pasa a avanzar por un tramo de pista por la orilla izquierda del río Bellos hasta llegar de nuevo al punto de inicio.

Interés de la ruta
La ruta en su primera mitad transita por laderas de fuerte componente sur pobladas mayoritariamente por un denso matorral que se ve actualmente colonizado por arbolado y que corresponde a antiguas áreas ganaderas que el abandono de las prácticas de quema pastoral ha permitido su recolonización por especies leñosas. Posteriormente desde la parte superior de los cantiles oeste del Cañón de Añisclo se tienen espectaculares vistas aéreas del fondo del cañón de Añisclo y de los paredones que lo limitan por el este. En otoño se podrá disfrutar en todo su esplendor de la diversidad de sus bosques cuya composición se ve alternada por el juego de exposiciones y cotas. No es extraño que en este entorno de pastizales con matorral próximos al límite superior del arbolado veamos rebaños de sarrios o ciervos en un entorno espectacular. Al acceder a la parte superior de los cantiles sur del barranco de la Pardina se tienen espectaculares vistas de este cañón y del famoso camino de la Faja de la Pardina. Se trata ya de un entorno muy ganadero donde dominan los extensos pastizales de puerto por los que transitamos hasta el barranco de la Capradiza. Tras descender al valle nos sumergimos en la frondosidad de los bosques que pueblan el Cañón en cuyo extremo superior dominan los densos hayedos con presencia de otras especies. La espesura del bosque limita mucho la visión de la espectacularidad del descenso rápido de las aguas del río Bellos pero no impide percibir el sonido de su discurrir. En el tramo inferior del fondo del valle se produce el frecuentemente referido fenómeno de la inversión térmica que hace refugiarse al hayedo y al abeto en el fondo del valle y permite encontrar a mayor altitud masas de encinar en las exposiciones de solana. En este último tramo también hay que destacar que la mayor altitud y escabrosidad de los cantiles que cierran el valle entorno al pico de Mondoto y de los Sestrales confieren al paisaje una componente geológica de primera entidad. Finalmente el ascenso al Portiello nos permite recuperar vistas desde cierta altura de las impresionantes paredes que cierran el Valle de Añisclo en su extremo inferior.

Galería fotográfica